2024 Autor: Priscilla Miln | [email protected]. Última modificación: 2024-02-17 21:37
La hipoxia fetal intrauterina es un proceso peligroso que, lamentablemente, es muy común. Las consecuencias de la hipoxia pueden afectar negativamente el desarrollo del feto y la actividad de sus órganos internos. La vida y la salud del feto dependen en gran medida del diagnóstico y tratamiento oportunos.
Esperando un milagro
El embarazo es un momento muy emocionante y alegre para todas las mujeres. Pero a la gozosa anticipación del nacimiento de un bebé, se le suma la preocupación por su salud. La futura madre soporta una pesada carga de responsabilidad. Durante nueve meses, una nueva vida se desarrolla y crece en él. La salud de un feto depende directamente del bienestar de su madre.
Hay muchas recomendaciones sobre cómo cuidar tu salud durante el embarazo. Esto se aplica a la nutrición, el estilo de vida, el estrés emocional y mucho más. El incumplimiento de estas sencillas reglas puede tener consecuencias adversas y dañar la salud del feto.
Una de estas consecuencias puede ser intrauterinahipoxia, que conlleva alteraciones en el desarrollo del feto y, en algunos casos, el desvanecimiento del embarazo. Para evitar esto, la futura madre debe estudiar cuidadosamente los factores de riesgo que la acechan durante el embarazo y tratar de prevenir su aparición.
Qué es la hipoxia
"Hipoxia" es una antigua palabra griega que se traduce literalmente como "poco oxígeno". Este término se refiere a la f alta de oxígeno que experimenta el cuerpo o sus órganos individuales debido a la influencia de ciertos factores.
Con la f alta prolongada de oxígeno, se producen procesos morfológicos irreversibles en el cuerpo humano. Cambian la estructura de los tejidos y órganos y alteran sus capacidades funcionales. Con la f alta de oxígeno del feto, el proceso de formación de los órganos internos se ralentiza y se interrumpe, el niño puede nacer con un retraso en el desarrollo de los sistemas vitales o morir. Estas son las consecuencias de la hipoxia intrauterina. El corazón, los riñones, el hígado y el sistema nervioso central son los más afectados por la hipoxia.
La deficiencia de oxígeno puede acompañar a cualquier enfermedad u ocurrir como un proceso independiente, lo que lleva a defectos en los órganos internos. Por ello, la hipoxia no puede catalogarse como una enfermedad, es un proceso patológico, al igual que la inflamación o la distrofia.
Síntomas de hipoxia fetal
Se observa que en los primeros tres meses de embarazo, la f alta de oxígeno se desarrolla muy raramente. Muy a menudo, esto puede suceder ensegundo y tercer trimestre. Esto se debe al hecho de que con el crecimiento del feto, se produce un aumento en su necesidad de oxígeno y, en algunas circunstancias adversas, el cuerpo de una mujer embarazada no puede hacer frente a esta tarea.
La deficiencia de oxígeno en un bebé es difícil de detectar sin pruebas de diagnóstico, especialmente al principio del embarazo. Pero hay algunos signos de hipoxia intrauterina, que deberían ser una señal de alarma para la futura madre.
Lo primero a lo que hay que prestar atención es a la actividad del feto. La norma es de unos diez movimientos por día. En las etapas iniciales de la hipoxia, el bebé comienza a sentir molestias, por lo que es demasiado activo. Con una f alta de oxígeno más prolongada, el número de perturbaciones disminuye. Además, la hipoxia intrauterina puede caracterizarse por hipo fetal frecuente.
Si la desviación en la cantidad de movimientos de la norma y el hipo frecuente no están asociados con el esfuerzo físico de la futura madre o con una posición incómoda, debe comunicarse con un especialista lo antes posible, quien lo identificar la causa de este comportamiento fetal y, si es necesario, prescribir tratamiento.
Causas de ocurrencia
Las causas de la hipoxia fetal intrauterina pueden ser diferentes. Estas incluyen enfermedades que padece una mujer embarazada, patologías de la placenta, infecciones, malformaciones fetales.
De las enfermedades maternas que conducen a la hipoxia fetal, se pueden distinguir las siguientes:
- anemia;
- alteraciones en el funcionamiento del sistema cardiovascular;
- enfermedades de los órganos respiratorios;
- diabetes.
Además, la salud del bebé se ve afectada por los malos hábitos que sufre la futura madre. La prevención de la hipoxia intrauterina incluye el cese completo del tabaquismo y el alcohol. Cualquier desviación de las normas generalmente aceptadas del curso del embarazo puede conducir a la f alta de oxígeno del feto. Tales desviaciones pueden ser desprendimiento y envejecimiento prematuro de la placenta, gestación del feto o aumento del tono uterino.
Otro factor que causa la deficiencia de oxígeno es la incompatibilidad del factor Rh de la madre y el niño. Esta incompatibilidad puede conducir a la enfermedad hemolítica del feto, que a menudo se acompaña de hipoxia. Además de los factores anteriores, los efectos mecánicos en el feto pueden tener un impacto: enredo con el cordón umbilical, apretamiento de la cabeza durante el parto, etc.
Las causas de la hipoxia intrauterina también pueden provocar otras complicaciones no menos graves. Para evitar efectos adversos en el desarrollo del feto, la futura madre debe ser observada por un especialista calificado durante todo el período del embarazo.
Tipos de hipoxia fetal
Dependiendo de cuánto dure la f alta de oxígeno, la hipoxia intrauterina tiene dos formas: aguda y crónica. La hipoxia aguda se caracteriza por una fuerte disminución del oxígeno entrante. La forma aguda más común ocurre durante el proceso del parto o con sangrado uterino abundante. Crónicola hipoxia intrauterina se forma durante un largo período de tiempo, interrumpiendo gradualmente el desarrollo del feto.
Grados de progresión de la f alta de oxígeno
Se han identificado tres grados de desarrollo de la hipoxia fetal. Inicialmente, el feto, al no haber recibido la cantidad necesaria de oxígeno, trata de compensar su f alta. El primer grado es la compensación por la f alta de oxígeno. En el cuerpo del bebé, comienzan a ocurrir cambios destinados a aumentar el volumen de oxígeno entrante. Aumenta el nivel de una hormona que aumenta el tono de los vasos sanguíneos: el cortisol. Los niveles elevados de cortisol estimulan un aumento en el volumen de sangre que circula por los vasos y un aumento en la frecuencia cardíaca. La composición de la sangre cambia: aumenta el nivel de hemoglobina y glóbulos rojos. Además, hay una mayor actividad del bebé. Comienza a moverse más intensamente y a hacer movimientos respiratorios, a pesar de la glotis cerrada.
En la segunda etapa de compensación parcial, las funciones protectoras del cuerpo determinan los órganos prioritarios que reciben oxígeno en primer lugar. Dichos órganos son el corazón y el cerebro, respectivamente, otros órganos (riñones, pulmones, tracto gastrointestinal) reciben sangre pobre en oxígeno, lo que provoca alteraciones en su desarrollo y trabajo. La f alta de oxígeno también conduce a la descomposición de la glucosa. Esto contribuye a una disminución de la reserva de energía en las células del cuerpo y a trastornos metabólicos.
La hipoxia fetal intrauterina crónica también tiene una tercera etapa de progresión: la descompensación. Externamente, la etapa se manifiesta como una disminución de la actividad fetal y una disminución de la frecuencia cardíaca. El trabajo de los mecanismos de protección destinados a proporcionar oxígeno a los órganos falla. El cortisol se produce en cantidades insuficientes, respectivamente, el flujo sanguíneo se ralentiza y el volumen de sangre circulante disminuye. La sangre se satura con dióxido de carbono, se altera la coagulación de la sangre, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre y sangrado.
Medidas de diagnóstico
Los métodos de diagnóstico instrumental ayudan a determinar la presencia y el grado de f alta de oxígeno. El primero de estos métodos es la cardiotocografía (CTG). Este método de diagnóstico es completamente seguro. El aparato de cardiotocografía registra continuamente la frecuencia cardíaca del feto y las contracciones uterinas. Se muestra un tacograma usando el gráfico de ultrasonido. Este es un gráfico que refleja el número de contracciones del músculo cardíaco durante un período de tiempo determinado. El sensor del medidor de tensión mide las fluctuaciones en la presión y el tono uterino y muestra un histerograma, un gráfico de la actividad muscular del útero. CTG cuenta el número de movimientos y le permite realizar un seguimiento de la dependencia de la frecuencia cardíaca de la actividad del feto.
A partir de la vigésima semana de embarazo es posible realizar una ecografía con Dopplerografía. Este método tiene como objetivo estudiar el flujo de sangre de la madre a la placenta y de la placenta al feto y le permite detectar violaciones de la circulación uteroplacentaria. Con este método de diagnóstico, también puede determinar la calidad del líquido amniótico.
Además de los métodos anteriores, el especialista escucha el corazón fetal para evaluar su trabajo utilizando un estetoscopio obstétrico. Sin embargo, este método es inexacto, por lo tanto, si se sospecha una anomalía cardíaca, el médico indica a la mujer embarazada que se someta a una tomografía computarizada y una ecografía.
Tratamiento
El tratamiento de la hipoxia intrauterina requiere la observación de una mujer embarazada en un hospital. A la mujer se le proporciona un descanso completo y se prescribe un método de tratamiento terapéutico, que tiene como objetivo no solo enriquecer la sangre con oxígeno, sino también identificar la verdadera causa de la hipoxia. Por regla general, las anomalías en el curso del embarazo, como la hipoxia fetal intrauterina, son consecuencias o síntomas de una enfermedad.
El médico prescribe medicamentos para embarazadas que reducen la viscosidad de la sangre, mejoran el flujo sanguíneo de la madre a la placenta y normalizan el metabolismo entre la madre y el feto. El nombramiento de otros medicamentos y procedimientos depende de la causa de la hipoxia, si se identifica, y tiene como objetivo eliminar esta causa.
Con dinámica positiva, el paciente es dado de alta y se le dan recomendaciones para la prevención de la hipoxia. Estos incluyen caminar al aire libre, reducir la actividad física, abandonar los malos hábitos y seguir ciertas reglas de nutrición. Si el tratamiento no fue efectivo y la deficiencia de oxígeno persiste, se requiere la extirpación quirúrgica del feto. Si la edad gestacional supera las veintiocho semanas, el médico prescribe una operación: una cesárea.
Prevención
Hay algunas pautas simples que puede seguir para reducir su riesgodeficiencia de oxígeno del bebé. Antes de planificar un embarazo, una mujer necesita tratar enfermedades crónicas, deshacerse de los malos hábitos. Cuando ocurre un embarazo, es importante registrarse en una institución médica en una etapa temprana. Durante todo el período del embarazo, es necesario visitar regularmente a un médico, hacerse pruebas y hacer una ecografía. Esto asegurará el control sobre la salud de la mujer embarazada y del bebé y, por lo tanto, ayudará a evitar el desarrollo de posibles condiciones patológicas del feto.
Un aspecto importante en la prevención de la hipoxia intrauterina es mantener un estilo de vida saludable. Necesitas pasar mucho tiempo al aire libre, dormir ocho horas por noche, equilibrar tu dieta.
Durante el embarazo, debe reponer el suministro de vitaminas y nutrientes, cuyo nivel disminuye debido a la carga adicional en el cuerpo. Mantener niveles normales de calcio, magnesio y otros minerales. Es especialmente importante controlar el contenido de hierro en la sangre, ya que su bajo nivel provoca anemia, una de las principales causas de la hipoxia. Los preparados vitamínicos deben tomarse según lo prescrito por el médico.
Consecuencias
Las consecuencias de la hipoxia intrauterina dependen de su tipo. La hipoxia crónica, que comenzó al principio del embarazo, cuando recién comienza la formación de los sistemas vitales del feto, puede conducir a la formación de malformaciones congénitas. La hipoxia sufrida al final del embarazo puede causar retraso en el crecimiento fetal y también conduce a la isquemia.y necrosis de órganos individuales. Un bebé recién nacido a menudo tiene f alta de altura y peso, así como un difícil período de adaptación (reestructuración del cuerpo en un nuevo entorno). En el futuro, la f alta de oxígeno experimentada en el útero puede causar enfermedades como la epilepsia y la parálisis cerebral.
La hipoxia intrauterina aguda de un niño provoca isquemia y necrosis tisular. Si ocurre una hipoxia aguda durante el parto, existen varias consecuencias posibles, dependiendo de la causa de la f alta de oxígeno:
- Las vías respiratorias del bebé no están completamente limpias de líquido amniótico. En este caso, es posible el desarrollo de neumonía, en el peor de los casos, la muerte del niño por asfixia.
- Pérdida de un gran volumen de sangre. El recién nacido desarrolla un shock hemorrágico, que interrumpe los mecanismos de todos los sistemas. En tales circunstancias, existe una amenaza para la vida no solo del bebé, sino también de la madre.
Después del nacimiento de un bebé que ha sufrido hipoxia en el útero, necesita un seguimiento constante por parte de especialistas calificados. Las consecuencias de la f alta de oxígeno pueden no aparecer en los primeros días de vida, sino mucho más tarde. Por lo tanto, es muy importante monitorear los cambios y anomalías en el desarrollo del bebé para identificar y prevenir el desarrollo de los efectos adversos de la hipoxia.
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